El gran DT de la fecha 14 del torneo Clausura fue Julio Cesar Falcioni, el conductor táctico de Boca Juniors, que este domingo derrotó por 2 a 0 a su clásico rival, River Plate, y le dio una alegría al publico xeneize que hacía mucho no recibía.
Hasta el momento resultaba casi impensado coronar a Falcioni como el mejor, ya que los resultados obtenidos durante el certamen no fueron muy buenos y, encima su equipo no desplegaba un juego aceptable, pero gracias a la victoria frente a los de Juan José López en un momento tan delicado y haberlos dejado al borde de la promoción, hicieron merecer sin duda este reconocimiento.
Luego de haber colgado los guantes de arquero en 1992, el técnico de Boca debutó en el banco dirigiendo a Vélez Sarsfield hasta 1997. Tuvo pasos por Olimpo, Banfield (con el que logró llegar a cuartos de final de la Copa Libertadores), Independiente, Colón y Gimnasia. Luego, en 2009, volvió al Taladro y conquistó el torneo Clausura de ese año, convirtiéndose en el primer título ganado por el equipo del sur. El 22 de diciembre de 2010 reemplazó a Claudio Borghi en el club de la Ribera.
Si bien el superclásico no tuvo un dominio por parte del conjunto local y en los iniciales 20 minutos parecía que el visitante convertiría el primer gol, el error de Juan Pablo Carrizo, arquero de River, que derivó en la primera anotación, descolocó completamente a los de Nuñez, que además, tres minutos después, vieron cómo el goleador histórico, Martin Palermo, sentenciaba la historia mediante un cabezazo tras una distracción de la defensa riverplatense.
Desde allí, los once que quedaron muy cerca de la zona roja, no generaron jugadas de riesgo, sólo un remate tapado por Cristian Lucchetti y alguna que otra llegada sin demasiado peligro, y para el colmo, el volante central, Matías Almeyda, vio la roja tras una pelea con el defensor Clemente Rodríguez, quien también debió abandonar el campo de juego. Boca tampoco concibió demasiadas situaciones, pero supo cómo controlar al medio campo y evitó la llegada de los atacantes contrarios, con un Pablo Mouche que manejó demasiado bien el balón con respecto a lo poco que se demostró y a lo aburrido que en general fue el encuentro.
Los medios hicieron énfasis en Palermo, quien jugó su último gran clásico y convirtió su undécimo gol en 22 partidos frente a River. “Julio Falcioni disfruta el día después de su primer superclásico y sigue emocionado con el abrazo que le dio el Loco”, comentó Olé. La agencia de noticias Telam publicó: “Palermo llegó a los 304 tantos en su carrera y señaló el segundo gol de su equipo con un cabezazo de emboquillada, que dejó inmóvil a un inseguro Juan Pablo Carrizo”.
Leila Ramella, estudiante deportivo en River, dijo que “el partido lo podría haberlo ganado cualquiera de los dos, pero que Carrizo, quien no suele fallar, se equivocó y Maidana, que era la marca de Palermo, tuvo que salir lesionado. Además, el arbitraje influyó mucho porque Patricio Loustau no cobró claros penales y no tendría que haber dirigido”. Con respecto a Falcioni disertó que en Banfield demostró ser buen técnico, lo calificó como prolijo y ordenado y agregó que se va a ir acomodando.
Por su parte, Guido Oliva, simpatizante de Boca presente el domingo en la Bombonera, expresó: “El equipo está muy bien y esta victoria puede ser el motor de salida para volver a ser el club que alguna vez fue. Falcioni es un gran técnico y haberlo echado en el peor momento hubiera sido un error, debido a que el recambio acelerado no soluciona ningún problema. Creo que es cuestión de tiempo para que estemos nuevamente en los primeros puestos”.
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